¡No temas!
Casi siempre que aparece un ángel en la Biblia, lo primero que dice es: «¡No temas!». ¡Claro! Cuando lo sobrenatural se contacta con el planeta Tierra, suele dejar a los observadores humanos postrados de miedo. Pero Lucas habla de una aparición en una forma que no atemoriza. En Jesús, nacido entre animales y colocado en un pesebre, Dios se nos acercó de un modo al que no debemos temerle. ¿Qué puede ser menos aterrador que un recién nacido?
Seguir al líder
Por arriba de nuestra casa, tres bombarderos surcan el cielo, volando en formación, tan cerca uno del otro que parecen uno solo. «Guau», le digo a mi esposo, a lo que él afirma: «Impresionante». Vivimos cerca de una base aeronáutica, y es común ver estas cosas.
Una carta de Navidad
Todas las Navidades, un amigo mío le escribe una larga carta a su esposa, repasando los acontecimientos del año y soñando con el futuro. Siempre le dice cuánto la ama y el porqué. También le escribe a cada una de sus hijas. Sus palabras de amor son un regalo inolvidable de Navidad.
El grandioso despertar
Recuerdo con mucho cariño las reuniones con amigos de la familia cuando nuestros hijos eran pequeños. Los adultos conversaban hasta entrada la noche, mientras que los niños, cansados de jugar, se acurrucaban en un sofá o una silla y se dormían.
De vergüenza a honor
Llega la época del año en que las familias se reúnen para celebrar. Sin embargo, algunos tememos encontrarnos con parientes «preocupados» cuyas preguntas pueden hacer que los que siguen solteros o los que no tienen hijos no tengan ganas de verlos.
Espejos y oyentes
Cuando salí del hotel en Kampala, Uganda, mi anfitriona, que había venido a buscarme para ir al seminario, me miró, risueña. «¿Qué es tan divertido?», pregunté. Volvió a reírse y preguntó: «¿Se peinó?». El que se rio entonces fui yo, ya que me había olvidado de peinarme. Me había mirado en el espejo del hotel, pero ¿cómo puede ser que no me di cuenta de lo que vi?
Mosaico de belleza
Sentada en el patio de la Iglesia de la Visitación, en Ein Karem, Israel, quedé maravillada con los 67 mosaicos que contenían las palabras de Lucas 1:46-55 en muchos idiomas. Conocido tradicionalmente como el Magníficat —del latín, «magnificar»—, estos versículos son la respuesta gozosa de María ante el anuncio de que sería la madre del Mesías.
Canción de amor celestial
En 1936, el músico Billy Hill lanzó una canción popular titulada «La gloria del amor». En poco tiempo, toda una nación cantaba sobre el gozo de hacer aun cosas pequeñas unos por otros por amor. Cincuenta años después, Peter Cetera escribió una canción más romántica con un título similar, donde imaginaba a dos personas que vivían para siempre juntas y haciendo todo para gloria del amor.
El arbolito del bebé
Después de rodear el árbol con luces intermitentes, coloqué moños azules y rosa en cada rama, y lo llamé nuestro arbolito de Navidad «esperando al bebé». Mi esposo y yo habíamos estado esperando un bebé en adopción durante más de cuatro años. ¡Seguramente, llegaría para Navidad!
El secreto no secreto
Un compañero de trabajo me confesó que no se creía «calificado para Jesús». Lo escuché mientras describía su vida «cómoda y narcisista», y que eso no lo satisfacía. Luego, agregó: «Pero este es mi problema. Trato de ser bueno y de interesarme en los demás, pero eso tampoco funciona. Parece que lo que quiero hacer, no puedo hacerlo, y lo que quiero dejar de hacer, sigo haciéndolo».